Notas curiosas sobre unas viejas ordenanzas

El día 17 de septiembre de 1702 la Justicia, Regimiento, Concejo y vecinos de Los Arcos se congregaban en la sala del hospital de Santa Brigida, a voz de pregonero y a son de caja tañida, para aprobarlas nuevas Ordenanzas que habían de regir el buen gobierno de la villa.

Como primera curiosidad se puede reseñar que aquellas Ordenanzas, remitidas para su confirmación al Real y Supremo Consejo de Castilla, se perdieron.

Y hubo de estar Los Arcos a merced de la picaresca tradicional durante ocho años.

La segunda nota a resaltar es que el único miembro de cuantos componían el Concejo que no sabía firmar era precisamente el entonces alcalde ordinario por el estado de francos infanzones. Por lo que "lo señaló con una cruz por no saber escribir".